Los mensajes de texto están en extinción, pero aún son una buena fuente de ingresos para piratas y estafadores, siempre atentos a que la ingeniería social funciona en un gran porcentaje de casos.
“Hola”, “te puedo llamar?” o “agenda mi nuevo número” son solo algunos de los SMS que volvieron a circular con fuerza en los últimos días entre usuarios de telefonía móvil en la Argentina.
¿Qué pueden ganar los piratas con esos mensajes? Si el usuario contesta al pedido, su número ingresa en una base de datos o bien sirve para actualizar una existente.
“Estamos ante estafadores. Lo primero que decimos desde la Policía, es que no respondan. Casi siempre son mensajes o llamados que realizan desde las cárceles presos, quienes tienen cómplices afuera. Son estafas virtuales”, explicó a Clarín el comisario inspector Reynaldo Farías, jefe del Departamento de Delitos Económicos de la Policía de Córdoba.
Así como con el malware, el envío de este tipo de mensajes funciona… caso contrario, ningún pirata o estafador podría seguir con su rutina. El éxito de este tipo de mensajes es el que ayuda a que continúen los casos de secuestros virtuales o premios falsos, por solo dar algunos ejemplos.
El único consejo válido para este tipo de hechos es siempre estar alertas y desconfiar de cualquier mensaje de ese tipo.