Buenos Aires acaba de sumarse a la lista de ciudades en donde opera Cabify, una firma de origen español y que en sus cinco años de vida conquistó 10 países -España, Portugal, México, Perú, Colombia, Chile, Panamá, Brasil, Ecuador y Argentina- y más de 25 ciudades.
Su funcionamiento es muy similar al de Uber, aunque la principal diferencia radica en que Cabify cuenta con la aprobación del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires: figura como agencia de remises.
“Como jóvenes emprendedores, tenemos la obligación moral de adaptarnos a las normas de cada ciudad”, aseguró Ricardo Weder, general manager de Cabify para Latinoamérica.
Cabify comenzará a operar en unas dos semanas, periodo en el cual esperan atraer la atención de todavía más choferes. Días atrás lanzó la convocatoria, que todavía se encuentra abierta solo para conductores con licencia profesional. Desde la empresa prefirieron no dar cifras precisas sobre cuántos vehículos habrá disponibles al momento de lanzar oficialmente el servicio.
Para empezar a usar Cabify, será necesario descargar la aplicación, disponible para iOS y Android. Existe la alternativa de registrarse a través del sitio web de la empresa. Los pagos, al menos por el momento, solo podrán realizarse con tarjetas de crédito.
Cabify apuesta a que su servicio ayude a generar alternativas de transporte y nuevos puestos de trabajo.
Diferencias con Uber
La presentación oficial de Cabify sirvió sobre todo para remarcar las diferencias con Uber, su principal competencia.
Además de que Uber no cuenta con autorización oficial para funcionar, Cabify ofrece tarifas fijas; la posibilidad de realizar una reserva con anticipación; servicio de call center 24 horas en caso de dudas o reclamos; y el seguro de responsabilidad civil para sus usuarios.
Cabify no informó aún cómo será el precio por kilómetro, que en el caso de Uber es de $4,5 más el extra (que la española no tiene) de $1,75 por minuto. Es decir, la primera opera al igual que un remis y la segunda como un taxi, donde un embotellamiento puede hacer subir la tarifa de manera considerable.
“Hoy el transporte puerta a puerta es uno de los pocos servicios en los que el consumidor no sabe cuánto va a pagar. Cabify permite saber cuánto cuesta el viaje de antemano y proporciona una opción accesible, práctica y segura”, explicó Guillermo Minieri, líder de la filial local de Cabify.
A esa lista hay que sumar otro punto: los choferes de Cabify cuentan con licencia de conducir profesional.
Alternativa para empresas
Cabify ofrecerá un servicio enfocado en el sector corporativo, donde los gastos en taxis son un ítem complicado de controlar.
“Somos líderes entre las empresas en todos los mercados en los que operamos y esperamos también que este servicio se posicione de igual manera en Argentina ya que nuestra plataforma permite una correcta gestión de los gastos de viáticos e importantes reducciones en los costos operativos”, sentenció Weder.
Quejas de taxistas
Cabify planeaba desembarcar en Buenos Aires durante mayo, pero el trabajo para amoldarse al marco legal retrasó su llegada.
Luis Fernández, titular de la Asociación de Taxistas de la Ciudad (ATC), dijo que rechazarán la habilitación de Cabify ya que «no está legalizado ningún funcionamiento de remise con una aplicación».
«Necesitamos ganar la calle nuevamente para que esto sea una preocupación para el gobierno de la Ciudad y el de la Nación. El gobierno tiene que tener un sentido común: basta de coches particulares» lucrando, agregó el dirigente y cuestionó que la empresa europea «se presenta como una remisería legal, pero el uso de la aplicación no está habilitado para las remiserías en la Ciudad».