Samsung anunció que discontinuaba la producción del Galaxy Note 7 hace varias semanas y parece que esta vez sí está tomándose en serio la investigación para conocer por qué su phablet se incendiaba.
Es que cuando se conocieron los primeros reportes, Samsung demoró pocos días en echar la culpa a la batería y proceder al recambio de equipos, algo que afectó aún más su imagen debido a que la segunda tanda de Galaxy Note 7 presentaba la misma falla.
En declaraciones a The Wall Street Journal, un vocero de Samsung reconoció que la empresa “no identificó de manera correcta el problema en primera instancia y continúa comprometida a encontrar la causa (…) Nuestra prioridad es la seguridad de los consumidores y retirar el 100% de los Galaxy Note 7 del mercado”.
Los principales acusados por el problema son las baterías, aunque hay una creciente tendencia a creer que alguna pieza de software podría tener algo de responsabilidad.
Galaxy Note 8
Mientras Samsung avanza con su investigación, hay dudas sobre cuándo presentaría al Galaxy S7. El Congreso de Móviles de Barcelona suele ser el escenario elegido por la surcoreana para revelar esa familia de smartphones, pero los problemas con el Note 7 demorarían el anuncio del S8.
La misma fuente reconoció a WSJ que el desarrollo del Galaxy S8 se demoró ya dos semanas con el único objetivo de que los problemas del Note 7 no se repitan nunca más.
De cualquier manera, Samsung no matará a la familia Note, algo con lo que se especuló inmediatamente después de retirar el Note 7 del mercado: los afectados por el escándalo del phablet, al menos en Corea del Sur, tendrán descuento al comprar un Galaxy S8 o un Note 8.