En silencio, la administración de Barack Obama puso en práctica una idea surgida a mediados de año: pedir a turistas que muestren la actividad en sus cuentas de redes sociales.
La información se conoció a través de Politico.com y tiene por objetivo descartar a potenciales terroristas o personas que amenacen a los EEUU.
El pedido de información está incluido en el Sistema Electrónico de Autorización de Viaje, más conocido como ESTA, empleado sobre todo por turistas europeos: se trata de un permiso especial emitido en 38 países que permite al portador permanecer 90 días en los EEUU.
Al llenar el formulario de ESTA, los viajeros verán que hay un apartado para completar con sus datos de Facebook, Google+, Instagram, LinkedIn y YouTube. Hay espacios en blanco para rellenar con otras redes no contempladas en el documento.
Cuando la medida fue anunciada en junio, The Internet Association, que representa a compañías como Facebook, Google y Twitter, dijo que el plan enfrentaba la libertad de expresión y ponía en riesgo la seguridad y privacidad de las personas.
La queja no fue escuchada por el gobierno de los EEUU, donde asociaciones contrarias a la medida temen que otros países, en represalia, comiencen a pedir los mismos datos a los ciudadanos norteamericanos.
Vía: Politico