Durante el CES 2017, Qualcomm presentó finalmente sus Snapdragon 835, los chips que alimentarán los smartphones de alta gama durante el año.
El Snapdragon 835 está diseñado en 10 nanómetros, lo que le permite ser un 20% más delgado que su antecesor, el 820. Ese método de diseño hace que sea un 27% más potente y que consuma un 40% menos de energía.
La mayor potencia será aprovechada por los fabricantes para dar soporte a realidad virtual, videojuegos y la presencia de smartphones con doble cámara.
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Al menor consumo habrá que sumarle la compatibilidad de los Snapdragon 835 con Quick Charge 4.0. ¿De qué hablamos? Del sistema de recarga rápida de baterías, que en este caso promete 5 horas de autonomía con el teléfono conectado apenas 5 minutos a la corriente.
Los Qualcomm Snapdragon 835 equiparán solo modelos de alta gama. Se espera que el Samsung Galaxy S8 sea el primero en utilizarlo, aunque seguramente sean otros fabricantes quienes anuncien primero, durante el Congreso Mundial de Móviles de Barcelona en febrero, algunos equipos con ese procesador.
