A mediados del año pasado, Joshua Brown se convertía en la primera víctima fatal a bordo de un Tesla Model S con el piloto automático activado. Hoy, medio año después, la US National Highway Traffic Safety Administration (NHTSA) dio a conocer su informe final sobre el incidente ocurrido en Florida, cuando el vehículo se incrustó en el acoplado de un camión que buscaba girar a la izquierda.
Las conclusiones de la NHTSA dejan de lado la primera teoría, que sostenía que el Autopilot de Tesla no fue capaz de reconocer el acoplado de color blanco. El reporte sí hace hincapié en que el sistema de autoconducción de Tesla es muy claro sobre la necesidad de que el conductor esté atento a lo que ocurre en el camino.
De ahí que pide a los dueños de vehículos de ese tipo que lean con atención el manual. A Tesla le recuerda que puede ser más clara en la redacción de las instrucciones.
Responsabilidades
A los pocos meses de conocido el incidente, se supo que Brown conducía a 119 km/h en una zona con máxima de 104 km/h. ¿Y el Autopilot no limitó la velocidad? No, es el conductor quien fija la máxima a la que circular cuando activa el sistema.
El informe separa el Autopilot del Sistema Automático de Frenado de Emergencia (AEB, por sus siglas en inglés). Si bien ambos trabajan juntos, la tecnología de frenado no fue diseñada para prevenir ese tipo de accidentes, cuando un vehículo se cruza delante del otro.
De ahí que el AEB no se haya activado, a pesar de que está encendido por defecto cuando el Autopilot está en uso.
LA NHTSA recordó que el conductor tuvo al menos siete segundos para prevenir la colisión activando los frenos. Sin embargo, permaneció inmóvil. Lo más probable es que se haya distraído y jamás tomara el control de su Tesla.
Las autoridades de los EEUU reconocieron que el sistema de Tesla tiene límites, pero recordaron que por ello la empresa recalca que el conductor siempre debe estar atento a lo que sucede en el camino para tomar el control en caso de ser necesario.
En su informe, la NHTSA recordó que Tesla tiene un sistema para que el usuario se mantenga atento al volante, como alertas visuales que piden tomar el mando tras un cierto tiempo sin hacerlo. Después del accidente, ese sistema fue más allá: desactiva el Autopilot en caso de que el usuario no haga caso a las notificaciones.
A esas mejoras le siguieron otras en los radares y el software. La NHTSA dijo que los accidentes de los Tesla Model S y Model X bajaron un 40% al introducir el Autopilot.
Textuales de la NHTSA
“Los Sistemas de Asistencia de Conducción Avanzados (ADAS, por sus siglas en inglés), como el Autopilot de Tesla, requieren de continua y completa atención del conductor para monitorear el camino y estar preparados para tomar acción y evitar un accidente. El AEB fue desarrollado para ayudar a evitar o mitigar colisiones. Los sistemas tienen limitaciones y no pueden siempre detectar riesgos, proveer advertencias o frenar automáticamente lo suficientemente temprano como para evitar un choque. Aunque tal vez no sea tan específica como podría, Tesla proveyó información sobre las limitaciones en el manual del usuario, la interfaz y las alarmas asociadas (…) Los conductores deben leer todas las instrucciones y alertas provistas en el manual de usuario para los ADAS y ser conscientes sobre los límites de esos sistemas. Mientras las tecnologías ADAS mejoran continuamente para mejorar su performance ante diversos tipos de accidentes, los conductores no deben nunca esperar que el sistema de frenado automático se active si ya percibieron un riesgo de colisión”.
Vía: NHTSA