El Gobierno anunció que en marzo bajará de 35% a 0% los aranceles para la importación de notebooks y tablets. Ante la prometida baja de precios se pararon las ventas y, sin medidas para sostener la actividad local, las fabricantes nacionales comienzan a cerrar sus puertas.
Primero fue Informática Fueguina en Río Grande, que forma parte del Grupo BGH y debió echar a más de 160 personas. Ahora fue el turno de Banghó y su planta de Vicente López, donde más de 200 empleados recibieron los telegramas de despido.
«Es imposible competir con China en electrónica. Tenemos muchos impuestos y en China ninguno, además de un reintegro del 14%. Los autos cuestan el doble acá que en el mundo, ¿por qué no les fijan arancel 0%? Se van todas las empresas y no queda un sólo empleado en el sector«, disparó Carlos Suaya, presidente de PC Arts, dueña de Banghó.
«Ojalá el Gobierno aclare en los próximos días si tendrá algún gradualismo en la baja del arancel o si irá directo a cero. Todavía no está agendada la reunión con el ministro de Producción, Francisco Cabrera, que recién volvió de Davos. Vamos a hacer un enorme esfuerzo para subir la productividad si bajan el arancel a 16%, como el del Mercosur, y reducen a 0% para componentes. Así pensamos que podemos seguir produciendo«, aseguró Suaya.
Los empleados despedidos de Banghó tienen en promedio 25 años y son todos técnicos, capacitados. “Es una situación muy delicada y angustiante, la gente trabaja con nosotros hace tiempo, tiene su familia. Cortarle el trabajo le hace mucho daño, el Gobierno debería buscar alternativas. Desde febrero pasado conversamos y todo sigue igual», dijo Suaya.
En caso de que el Gobierno cambie a una posición alternativa, Suaya aseguró que es su «responsabilidad y obligación volver a tomar al personal».
«Lamentablemente, todos los esfuerzos y gestiones realizadas por la empresa, cámaras y sindicatos de la Industria ante las autoridades de los Ministerios de Producción y de Trabajo de la Nación, tendientes a revertir la medida, han sido infructuosos», remarcó la empresa.
PC Arts nació como una empresa importadora, pero aprovechó medidas que favorecían la producción y fue allí cuando comenzó su reconversión. “Primero ensamblábamos, pero con el tiempo fuimos agregando mucho valor y capacitación», agregó.
Imposible competir
“La medida, dispuesta por la Secretaria de Comercio del Ministerio de Producción de la Nación, hace inviable la producción local ante la imposibilidad de competir con productos provenientes de países con altos subsidios a la exportación, como es el caso de China», informó la compañía a través de un comunicado.
El anuncio oficial se produjo justo luego de que dicha planta fuera tomada por los empleados despedidos, con el apoyo de los sindicatos.
«La empresa mandó los telegramas de despido, bajo el artículo 247, para pagar el 50% de las indemnizaciones al sostener que por la quita del arancel la planta pasa a ser improductiva y no tiene modo de pagar el 100%. Nosotros nos reunimos mañana (por hoy) con el ministro de Trabajo (Jorge Triaca). Pedimos que paguen indemnizaciones al 100%, pero primero reclamamos la reincorporación, aunque somos conscientes de que con la medida del Gobierno no se puede competir con China«, explicó Emiliano Gallo, secretario de Prensa de la UOM.
PC-Arts Argentina centralizará toda su operación industrial en la fábrica que posee en el Distrito Tecnológico de la Ciudad de Buenos Aires, al tiempo que anunció que «redefinirá su estrategia empresarial para asegurar la continuidad de sus negocios y mantener el posicionamiento de su marca Banghó en el mercado».
«Nos parece bien que abran la economía, porque la importación ayuda a contener los precios internos. Pero cuando se pone un arancel cero con un país como China, directamente desaparecemos. Es verdad que somos caros, pero esto tiene que con el costo privado y también con el peso de los impuestos. En estas condiciones es imposible invertir y organizarnos», sostuvo Suaya días atrás.
Vía: El Cronista / iProfesional