Un juez de los EEUU ordenó a Google que cumpla con la orden de entregar mails de sus clientes almacenados fuera de ese país, una medida contraria a la tomada en un caso similar contra Microsoft.
Thomas Rueter, un juez de Filadelfia, ordenó a transferir los mails almacenados en servidores extranjeros a los agentes del FBI para que estos puedan revisarlos de manera local, dentro de una investigación por fraude en territorio de los EEUU.
El juez no calificó el pedido como una “incautación” porque no hay «interferencia significativa» con el «interés posesorio» del titular de la cuenta en los datos buscados.
Google dijo que «el magistrado se apartó del precedente y planeamos apelar la decisión. Seguiremos resistiendo este tipo de fallos».
Antecedente
La nueva sentencia llega siete meses después de una del Tribunal de Apelaciones de Nueva York, que negó un pedido para que Microsoft sea obligada a entregar correos electrónicos almacenados en Irlanda vinculados a un caso de narcóticos en los EEUU.
Sin embargo, jueces disidentes a esa decisión pidieron a la Corte Suprema de los EEUU o el Congreso que reviertan el fallo ya que, consideran, perjudican la aplicación de la ley y traen preocupaciones sobre la seguridad nacional.
Ambos casos están vinculados con el Acta sobre las Comunicaciones Almacenadas de 1986 (SCA, por sus siglas en inglés), una norma que muchas compañías tecnológicas y defensores de la privacidad consideran obsoleta.
Google explicó que, para mejorar el rendimiento de su red, los correos suelen desmembrarse y por lo tanto no puede saber con certeza dónde quedan almacenados.
De cualquier manera, agregó que cumplió con las autoridades al entregar los correos que sí estaban almacenados en los EEUU.
Vía: Reuters