Apple tendrá su Apple Park desde abril y Google, más adelante, una nueva sede en Mountain View.
Las autoridades de esa ciudad californiana, corazón de Silicon Valley, acaban de aprobar la obra que contempla poner en marcha un nuevo campus para Google en un complejo con una extensión de 7 hectáreas.
El terreno es fruto de un intercambio de tierras con LinkedIn y albergará un edificio central con espacio para unos 2.700 empleados.
En la obra sobresale un dosel, debajo del cual se ubicarán otros edificios de la empresa, incluido un paseo arbolado que permitirá a empleados, ciudadanos y turistas caminar libremente, acortando distancias gracias a caminos interiores que abrirá Google. Allí colocarán restaurantes y comercios.
El encargado de llevar adelante la construcción será el arquitecto danés Bjarke Ingels, que cuenta en su portfolio con las Viviendas de la Montaña en Copenhague y en breve la casa Legos en Copenhague y el World Trade 2 de Nueva York.
Las terrazas de los edificios serán verdes, pensadas para minimizar el impacto de la construcción en el medioambiente. El agua para regar los jardines será reciclada y se mantendrán (y ampliarán) las estaciones de carga para autos eléctricos, una de las constantes que se ven en el actual Googleplex.
La energía para mover todas las instalaciones será obtenida de fuentes renovables, sobre todo de nuevos paneles solares que colocarán en la zona.
El nuevo campus de Google se llama por ahora Charleston East y estará listo para 2019.
La atención en Silicon Valley por ahora está centrada en el Apple Park, la nueva sede que la empresa de la manzanita tendrá desde abril en Cupertino.
