Volvo incorporó tecnología de conducción autónoma a la línea de camiones VM y uno de los primeros ejemplares de ese tipo ya circula por el campo. Sí, la automotriz sueca prefirió emplearlo en la cosecha de azúcar de caña.

Brasil fue el escenario elegido y, de acuerdo con Volvo, el VM Autónomo pasó la prueba con éxito ya que logró reducir un 4% las pérdidas causadas por los camiones actuales, que aplastan los brotes de caña y generan daños por hasta un 12% de la producción anual.

Volvo, que está aliada con Uber para desarrollar vehículos autónomos, dio algunos detalles sobre su camión autónomo, adaptado en este caso especialmente para el trabajo con caña de azúcar.

Tecnología

El nuevo camión autónomo de Volvo, un VM 6×4, posee neumáticos de alta flotación y fue desarrollado en poco más de un año por los ingenieros de Volvo en el complejo industrial de la empresa en Curitiba, Paraná, en colaboración con especialistas de la marca en Suecia.

Las pruebas se realizaron en las cosechas de la Usina Santa Terezinha, una de las empresas del Grupo Usaçucar, que está entre los mayores productores y exportadores de azúcar de Brasil, con base en Maringá, Paraná.

El sistema de conducción autónoma consta de dos antenas GPS de alta precisión (GNSS/RTK), parte del sistema VDS (Volvo Dynamic Steering, el sistema de giro de la marca), dos giróscopos de alta sensibilidad y una pantalla colocada dentro de la cabina del camión, que trabaja como una interfaz humano-máquina.

Además del sistema de dirección dinámica de Volvo Trucks, el nuevo vehículo asimiló, por ejemplo, el Co-Pilot de Volvo Construction Equipment y también dispositivos de Volvo Penta y de Volvo Buses para el posicionamiento del camión en los mapas y para la integración en la arquitectura electrónica del vehículo, respectivamente.

El VM Autónomo utiliza la tecnología RTK (Real Time Kinematics) para geolocalización. Utilizando unidades de medición de inercia (giroscopios), el sistema identifica detalladamente la inclinación y el desplazamiento del vehículo, tanto de la cabina como del chasis, así como su movimiento relativo, incluyendo el ángulo del terreno.

El control lateral del camión es extremadamente preciso, justamente para que los neumáticos no pasen por encima de los brotes.

Precisión

La cosecha de la caña de azúcar se produce en un corto período, por lo que el trabajo debe hacerse 24 horas al día, siete días a la semana. Debido a la severidad propia de la operación en sí, de la poca visibilidad nocturna y de la paja que cae sobre el suelo, el conductor no logra conducir el vehículo con precisión como para evitar el pisoteo de los brotes.

Y como la replantación de caña de azúcar se hace cada cinco años, con un promedio de cinco cosechas por siembra, la precisión en la trayectoria del camión por la plantación es muy importante, ya que los brotes resultantes de la cosecha se convertirán otra vez en plantas adultas de caña de azúcar en zafras posteriores.

La tecnología del camión autónomo de Volvo elimina las pérdidas por el pisoteo de las brotes de la plantación durante la cosecha de caña de azúcar.

El camión funciona autónomamente por los cultivos con una precisión de 2,5 centímetros en la dirección, que no podría ser lograda por el conductor, eliminando esa pérdida y por lo tanto aumentando la rentabilidad en la operación.

¿Cómo lo logran? Después que el mapa digital del cañaveral es insertado en la computadora de a bordo del VM Autónomo, la solución de Volvo reconoce las líneas de la plantación para evitar pasar por encima de los brotes.

El papel del conductor es dirigir el vehículo hasta el comienzo de la línea en el cultivo, encontrar la ruta a seguir y luego retirarlo de la plantación para hacer el transbordo a los vehículos de transporte que van a llevar la carga hasta el ingenio azucarero.