Era un rumor desde diciembre y ahora se acaba de confirmar. Waymo, la empresa de Google enfocada en los coches autónomos, acaba de anunciar que sus simpáticos vehículos redondeados dejarán de funcionar para convertirse en una pieza de museo.
“Estamos listos para retirar nuestra flota de Firefly (así es su nombre) y enfocarnos en integrar nuestras últimas tecnologías en las Chrysler Pacifica autónomas”, dijo la empresa en su blog.
Google explicó, después de años, que los Firefly eran simples prototipos para probar su tecnología de autoconducción, que espera vender a fabricantes tradicionales de vehículos. Así, las esperanzas por verlos en las calles, parecen haber llegado a su fin.
Qué pasará con los Firefly
“Los Firefly nos permitieron realizar una travesía increíble en los últimos tres años, por lo que queremos compartir un poco de la historia de los autos sin conductor con el mundo”, sentenció Google.
En agosto, algunas unidades de Firefly viajarán hacia el Arizona Science Center en Phoenix.
Durante octubre, en la feria The Thinkery de Austin, Texas, habrá una conmemoración por el aniversario del viaje que Steve Mahan, un hombre ciego, realizó a bordo de un Firefly.
El Computer History Museum de Mountain View, California, tendrá un par de Firefly en exposición. La misma suerte tendrá el Design Museum de Londres.
Un poco de historia
La historia de los autos sin conductor de Google se remonta a 2012, cuando un hombre ciego llamado Steve Mahan, fue sentado detrás del volante de un Toyota Prius que se manejaba solo.
Google no dio explicaciones sobre su proyecto y las dudas en la industria alcanzaron un pico en 2013, cuando los Firefly (luciérnagas) hicieron su primera aparición. La empresa mantuvo el silencio sobre sus planes en torno a esos simpáticos autos sin conductor de forma redondeada.
En 2014, la primera prueba de los Firefly con personas comunes y corrientes a bordo despertó una nueva ola de rumores, que se incrementó otra vez cuando en 2015 Steve Mahan hizo un recorrido en esos vehículos. La industria automotriz estaba convencida de que Google comenzaría a fabricar vehículos.
En paralelo, Google testeaba su tecnología de autoconducción con camionetas Lexus por las calles de diversas ciudades en los EEUU.
A fines de 2016, Google selló un acuerdo con Chrysler para que las van Pacífica empleen la tecnología de autoconducción, una alianza que en breve se extenderá otras fabricantes para que en pocos años los coches sin conductor sean una realidad.