Facebook recopila, almacena y usa datos de sus usuarios para ofrecer publicidad, una práctica común en la industria de internet. Sin embargo, lo hace sin permiso y es por ello que la Agencia Española de Protección de Datos le impuso una multa de 1,2 millones de euros.
“Los datos sobre ideología, sexo, creencias religiosas, gustos personales o navegación son recogidos directamente, mediante la interacción con sus servicios, o desde páginas de terceros, sin informar claramente al usuario sobre el uso y finalidad que le va a dar a los mismos”, sentenció la AEPD.
De acuerdo con la organización, la red social no cuenta con un consentimiento “inequívoco, específico e informado” de los usuarios para tratar sus datos, ya que la información que ofrece no es adecuada.
Al mismo tiempo, la AEPD logró establecer que Facebook no elimina esos datos aún cuando los usuarios lo demandan o bien cuando dejan de ser útiles para el fin que fueron tomados.
Ejemplos
La investigación permitió comprobar que Facebook no informa a los usuarios de forma exhaustiva y clara sobre los datos que va a recoger y los tratamientos que va a realizar con ellos, sino que se limita a dar algunos ejemplos.
La red social recoge otros datos derivados de la interacción que llevan a cabo los usuarios en la plataforma y en sitios de terceros sin que estos puedan percibir claramente la información que Facebook recoge sobre ellos ni con qué finalidad la va a utilizar.
La AEPD también confirmó que los usuarios no son informados acerca de que se tratará su información mediante el uso de cookies cuando navegan por páginas que no son de Facebook y que contienen el botón Me gusta.
“Esta situación también se produce cuando los usuarios no son miembros de la red social pero visitaron alguna vez una de sus páginas, así como cuando usuarios que sí están registrados en Facebook navegan por páginas de terceros, incluso sin iniciar sesión en Facebook”, sentenció la AEPD.
Poco preciso
La Agencia también constató que la política de privacidad de Facebook contiene expresiones genéricas y poco claras, y obliga a acceder a multitud de enlaces distintos para conocerla.
La red social hace referencia de forma imprecisa al uso que va a hacer de los datos que recoge, de forma que un usuario de Facebook con un conocimiento medio de las nuevas tecnologías no llega a ser consciente de la recogida de datos, ni de su almacenamiento y posterior tratamiento, ni de para qué van a ser utilizados.
Por su parte, los internautas no registrados desconocen que la red social recoge sus datos de navegación.
Finalmente, la Agencia comprobó que Facebook no elimina la información que recoge a partir de los hábitos de navegación de los usuarios, sino que la retiene y reutiliza posteriormente asociada al mismo usuario.
En relación con la conservación de datos, cuando un usuario de la red social elimina su cuenta y solicita el borrado de la información, Facebook capta y trata información durante más de 17 meses a través de una cookie de la cuenta eliminada.