En 90 días, Ciudad del Cabo, Sudáfrica, no tendrá agua. Será la primera gran ciudad en el mundo en sufrir una crisis de ese tipo, que seguramente podría replicarse en otras en poco tiempo.

Ciudad del Cabo puso en marcha este año una iniciativa llamada Día Cero, que consiste en cerrar todo el suministro de agua hacia los habitantes, excepto en lugares críticos como hospitales.

El Día Cero se calcula todas las semanas en base al pronóstico del tiempo y el consumo de agua. El 8 de enero fijaron al 29 de abril, pero la semana pasada hubo un ajuste y el 22 de abril, si no hay cambios, bloquearán el suministro de agua a la población.

La crisis de agua Ciudad del Cabo es consecuencia del consumo desmedido, de una sequía que ya lleva tres años a causa del cambio climático y del importante crecimiento de la ciudad, que dobló su población en solo 20 años.

Ciudad del Cabo

Límites

Desde comienzos de año, los habitantes de Ciudad del Cabo pueden consumir hasta 87 litros de agua por persona al día. Eso se traduce en duchas de pocos minutos, no regar los jardines, tampoco lavar autos, limpiar inodoros solo cuando es necesario y cerrar las piscinas públicas, entre otras medidas.

Tampoco está aconsejado el uso de lavarropas ni lavavajilas.

Lo grave del asunto, más allá de la sequía, es que solo el 54% de los habitantes respeta las reglas. Por ello el gobierno tomó otras medidas, como cortar el suministro de agua en baños públicos. Incluso, una persona con el pelo sucio es vista como un ciudadano de valores.

Ciudad del Cabo agua

Día Cero en acción

El agua no se acabará del todo, pero si las represas llegan al 10% de su capacidad, extraer el líquido es sumamente complicado.

Cuando el nivel del agua esté en 13,5%, las autoridades de Ciudad del Cabo declararán el Día Cero. Será momento de cortar el suministro público e implementar la entrega de bidones a los cuatro millones de habitantes.

Las personas deberán acercarse a alguno de los 200 puntos de entrega de agua para recibir un máximo de 25 litros por día. Cada centro estará custodiado por guardias armados, una manera de evitar el robo o peleas.

Culpas

“Una vez en un milenio”. Así es como describen los científicos a la sequía que azota a Ciudad del Cabo.

En 2015, cuando se inició el proceso, pensaron que se trataba de fenómeno de El Niño. Sin embargo, cuando la sequía se prolongó, la culpa recayó en el calentamiento global.

Las autoridades también tienen responsabilidad. Se las acusa de no haber previsto que el crecimiento poblacional iba a generar inconvenientes.

Ahora, con todas las alarmas encendidas y el Día Cero a pocas semanas, invierten en plantas de desalinización y en la búsqueda de napas, tareas que podrían realizarse con mayor tranquilidad en caso de que mayo dé inicio a la temporada de lluvias en la zona.