En un evento en Nueva York Samsung presentó su nueva familia de televisores QLED, que siguen a los presentados el año pasado, y que ofrecen una tecnología que la compañía considera superadora del OLED, ya que no se «quema» con el tiempo.
Estos nuevos modelos reducen al máximo los marcos para ser lo más parecido a un cuadro posible. De hecho, cuando el televisor no está en uso como tal se transforma en un portarretratos, que puede configurarse para que muestre obras de arte; la compañía incluso ofrece diferentes marcos clásicos para complementar su apariencia.
Ahora agrega un reloj, el estado del tiempo o las últimas noticias, y se puede elegir un fondo de pantalla; Samsung dice que si se muestra una foto de la pared hará que el televisor se disimule aún más cuando no está en uso.
Al igual que los modelos del año pasado, toda la inteligencia del televisor está fuera de la pantalla, y se vincula a él con un único cable, que también le lleva energía a la pantalla. Así logra tener un televisor más delgado y con menos cables colgando.
Para estos modelos, Samsung usa la tecnología de Direct Full Array, que logra mejor contraste y mayor profundidad en los colores (más tonalidad). Y suma la integración con Bixby, el asistente digital de Samsung, para controlar varias funciones del televisor y hacer consultas diversas.
Estarán disponibles en modelos de entre 49 y 82 pulgadas, todos en resolución UHD o 4K, y llegarán a varios mercados en abril.