La pulsera Charge 3 es el punto de entrada al mundo Fitbit, pionera en el segmento de dispositivos para medir la actividad física.
La Fitbit Charge 3 tiene un precio de AR$9.299 y de AR$10.399 para la edición especial, con correa blanca de silicona o lila de tipo textil.
Características Fitbit Charge 3
Pantalla: | Táctil OLED con escala de grises de aproximadamente 1’’ |
Dimensiones: | 36,28 x 11,9 x 22,37 mm |
Peso: | 14 gramos, sin correa |
Batería: | Autonomía de 7 días |
Conectividad: | Bluetooth 4.0 |
Sensores: | Acelerómetro de tres ejes, monitor óptico del ritmo cardíaco, altímetro, motor de vibración, sensor Sp02 relativo |
Resistencia: | Sumergible hasta 50 metros |
Compatibilidad: | Android, iOS y Windows |
Resumen
Quienes se hayan desacostumbrado a usar un reloj pero al mismo tiempo buscan una manera de llevar un completo registro de la actividad, incluidas las fases de sueño, encontrarán grandes aliados en la Fitbit Charge 3 y su app.
El diseño y materiales de construcción de la Charge 3, muy similar al de la generación anterior, hacen que su uso pase desapercibido, algo fundamental para aquellos que ya ni recuerdan (ni quieren hacerlo) lo que era llevar un reloj en la muñeca todo el día.
La Charge 3 cumple con lo que promete: permite controlar la actividad, la alimentación, el sueño y la salud femenina.
Tiene varios extras frente a otros dispositivos: es sumergible hasta 50 metros, reacciona de manera natural al movimiento de la muñeca para activar la pantalla, el display es visible en cualquier condición de luz y viene con correas intercambiables.
A diferencia de los relojes inteligentes, este tipo de pulseras son fáciles de dominar en pocos días, ideales para aquellos que buscan ingresar en el mundo de los asistentes de actividad.
Primeros pasos
Lo primero que se viene a la cabeza al mirar Fitbit Charge 3 es su gran diseño, algo que en la versión Special Edition queda aún más en evidencia dada la calidad y apariencia de las correas incluidas, en tamaños large y normal.
El cuerpo de la Fitbit Charge 3 es compacto y de hecho cuesta encontrar el único botón, del lado izquierdo, que sirve para retroceder o activar las opciones de pantalla al mantenerlo presionado.
Una vez instalada la app comienza la sincronización y el “mundo Fitbit” es un hecho. El sistema es muy intuitivo y dado que se trata de una pulsera deportiva no demanda más de un par de minutos comenzar a apreciar la compañía de la Charge 3.
El dispositivo permite recibir notificaciones de diversas apps, incluidas WhatsApp, llamadas y calendario, entre otras. Su configuración es algo compleja: demanda ingresar en Cuenta (ícono en forma de ficha en la parte superior derecha), elegir el Charge 3, General, Notificaciones y desde ahí activar las que se desee e incluso configurar respuestas automáticas.
Rápida reacción
La pantalla de la Fitbit Charge 3 ofrece una excelente visualización bajo cualquier condición de luz. El display muestra información de manera constante sobre la cantidad de pasos, la hora y la fecha. Al pulsarlo se accede a las pulsaciones, calorías quemadas, distancia recorrida, pisos subidos y tiempo de ejercicio.
Todo ello ocurre de manera automática, sin necesidad de indicarle a la pulsera qué actividad se está llevando adelante.
En comparación con otros dispositivos (e incluso relojes inteligentes), sorprende la rápida reacción de la pantalla para activarse. No es necesario realizar ningún movimiento brusco con la muñeca: el display de la Fitbit Charge 3 responde rápidamente al movimiento natural de girar la muñeca para ver la hora.
Funciones
Al deslizar el dedo de derecha a izquierda se accede al control de Ejercicio: Correr, Ciclismo, Natación, Carrera en cinta, Pesas o HIIT. Dentro de cada ítem, al deslizar el dedo de abajo hacia arriba, se podrán configurar el uso del GPS del celular y otros parámetros, dependiendo de cada actividad.
El Fitbit Charge 3 cuenta también con una función de Relax, que consiste en indicaciones para respirar de manera pausada bajo las indicaciones de la pulsera, Cronómetro, Alarma y el estado del Tiempo.
Toda esa información viaja automáticamente a la app, donde se podrá apreciar con más detalle la actividad, zonas de ejercicio y, en el caso de las mujeres, un calendario vinculado con el periodo y fases de fertilidad.
La app ofrece además información detallada sobre las distintas fases del sueño, algo que, obviamente, demandará que utilizar la pulsera durante toda la noche. ¿Es cómoda? Sorprendentemente, sí. Acostumbrarse a dormir con este wearable no demanda esfuerzo alguno ya que pasa prácticamente desapercibido.
Los amantes de las estadísticas sobre la actividad y las horas y calidad de sueño encontrarán fascinante a la app y el grado de detalle y explicaciones que ofrece.
La app cuenta con varios componentes lúdicos para comparar el nivel de actividad con diversos contactos. Pero sobresalen el sistema de entrenamientos y “premios” a medida que se alcanzan objetivos preestablecidos por Fitbit.
Autonomía
Uno de los mayores inconvenientes de los smartwatch tiene que ver con su autonomía, algo que con la Fitbit Charge 3 no se sentirá jamás.
La pulsera de Fitbit ofrece una autonomía de 7 días (reales), algo que puede extenderse aún más si la consulta a los registros en la pantalla no es tan frecuente.
La Fitbit Charge 3 se recarga mediante un soporte con dos abrazaderas a los lados conectado a un cable USB que deberá ser acoplado a un cargador o puerto de PC.
Conclusiones
La Fitbit Charge 3 es un gran aliado al momento de medir la actividad (o inactividad física). La cantidad de datos que aporta en la pantalla, con solo un par de pulsaciones, incitan a estar en movimiento y mejorar las estadísticas.
Aquellos que ya hayan usado alguna pulsera de este tipo encontrarán que la app es muy completa, ofreciendo datos precisos y con explicaciones sencillas para mejorar parámetros.
Quienes busquen ingresar al mundo de las pulseras de actividad también podrán sacar provecho gracias a que la Fitbit Charge 3 ofrece un control muy intuitivo, fácil de dominar en no más de dos días.
La app es una gran aliada para llevar un registro detallado de toda la actividad, pero debería mejorar el sistema para recibir notificaciones.
La autonomía de la Fitbit Charge 3 es un punto imposible de obviar. Una semana de uso completo sin necesidad de acercarse al cargador ayuda a que el ingreso al mundo de los wearables sea de una manera amistosa. Y el diseño, liviano y compacto, hace que volver a usar un reloj no sea una tarea tediosa.