La guerra comercial entre EEUU y China acaba de sumar un nuevo capítulo, quizás el más complicado para Huawei. ARM, empresa que licencia la arquitectura para el desarrollo de chips, se sumó al bloqueo sobre la empresa asiática, que vería comprometido la creación de sus procesadores.
El bloqueo de ARM se suma al de Google. La respuesta de Huawei en ambos casos fue la misma: asegura tener manera de reemplazar las tecnologías afectadas mediante desarrollos propios.
En el caso de Android con un sistema operativo propio y ahora, sin dar detalles, asegurando que estaba lista hace tiempo para un bloqueo de este tipo. La idea de Huawei es llevar tranquilidad a los usuarios, que no verán comprometidos sus celulares.
ARM es una empresa británica, comprada por la japonesa Softbank, pero parte del origen del negocio tiene relación con EEUU. ¿Por qué es importante? Las fabricantes de procesadores como Qualcomm, Apple, Samsung y la propia Huawei utilizan la arquitectura de ARM para diseñar sus propios chips.
Licencias
ARM no fabrica procesadores sino que se encarga de diseñar la arquitectura para después licenciarla a otros fabricantes, que adaptan la estructura a sus necesidades. De allí surgen los Exynos de Samsung, los Snapdragon de Qualcomm y los Kirin de Huawei.
Al no poder acceder a las licencias de ARM, Huawei vería comprometido el diseño de nuevos chips, deteniendo los avances en el sector, fundamental para celulares, tablets e incluso computadoras.
La BBC, que publicó el caso, desconoce si ARM actuó por iniciativa propia o por pedido de las autoridades comerciales de EEUU, que ubicó a Huawei en una lista negra.
Solución lista
El bloqueo sobre Huawei será efectivo desde agosto, por lo que los pasados y actuales diseños no están comprometidos. Así, el chip Kirin 985 que llevarán los Mate 30 no se verán comprometidos.
Distinto será el caso de su sucesor, que debería tener una arquitectura nueva, lejos de la de ARM, para poder operar. HiSilicon, la subsidiaria de Huawei que fabrica chips, asegura que estaban preparados para este escenario de bloqueo, por lo que las innovaciones están a salvo.