La firma Alaka’i presentó Skai, un taxi volador que tiene un rasgo inusual: usa un motor que se alimenta de celdas de hidrógeno y que, según la compañía, es el primero en su tipo.
Los motores de hidrógeno ya se usan en vehículos terrestres por su eficiencia y porque no contaminan.
En el caso de Skai, le permitirá una autonomía de 4 horas y unos 650 kilómetros de rango.
El taxi podrá llevar hasta 5 personas y usa seis rotores, al tiempo que ofrece un fuselaje diseñado para maximizar la visibilidad desde el interior.
Todavía, no obstante, calculan que tomará una década hasta que el sistema funcione como taxi, porque falta infraestructura para abastecer de combustible a estos vehículos; antes se podrían usar para tareas específicas en donde la recarga sea más sencilla.