Los monopatines eléctricos de Lime llegaron oficialmente a la Argentina, un desembarco que inicialmente contempla algunos barrios de la Ciudad de Buenos Aires. ¿Cómo son? ¿Cómo se manejan? La guía de Lime para conocer los monopatines Lime-S.
A diferencia de otras compañías del sector, Lime desarrolla sus propios monopatines, lo cual le permite tener un mayor control sobre sus vehículos e incorporar características casi a pedido de los usuarios.
Los monopatines Lime-S están fabricados con una aleación de magnesio, ruedas de goma de 20,3 cm de diámetro (8’’), una altura de 1310 mm y un motor de 300 W que le permite alcanzar una velocidad máxima de 20 km/h. La autonomía es de 23 kilómetros. El peso asciende a 17 kilos.
El precio de usar un monopatín Lime es de AR$15 para desbloquearlo y AR$8 por minuto.
Primeros pasos
- Descargar la app de Lime desde la App Store (iOS) o Google Play (Android)
- Registrar los datos y activar ubicación
- La app mostrará los monopatines más cercanos al usuario
- Escanear el código QR del monopatín para desbloquearlo
- Al llegar a destino entrar a la app para bloquear el monopatín
Manejo
Manejar un monopatín eléctrico de Lime es sencillo, aunque quizás los primeros metros traigan algunas dudas.
El primer paso al comenzar a manejar un monopatín es impulsarse con el pie para tomar algo de velocidad. Luego será necesario activar el acelerador: una especie de gatillo horizontal ubicado a la derecha del manillar. Del lado opuesto se encuentra el freno.
En el medio, a medida que el usuario avanza, verá la velocidad que lleva y demás datos.
Reglas
Lime exige ciertas condiciones a la hora de usar sus vehículos eléctricos, tales como que el usuario sea mayor de 18 años, que utilice casco, que circule una sola persona en cada monopatín, que se transite únicamente por ciclovía o bicisenda o en ausencia de éstas, por la calle del lado derecho.
No se puede transitar por las veredas ni avenidas ni usar auriculares mientras se está en movimiento. En cuanto al estacionamiento del monopatín, se lo debe dejar en la vereda, del lado más cercano a la calle, sin obstruir rampas ni accesos.
