La recarga de baterías tuvo importantes mejoras en el mundo de los celulares, sobre todo en Android. En el mundo de Apple hay otra historia. Pero hay un problema: muchas de las tecnologías que compiten son propietarias, por lo que el usuario requiere del cable y cargador originales para disfrutar del beneficio. Google quiere romper con ese esquema.
Muchas empresas ofrecen recargas rápidas de 50W e incluso de 100W, algo que les permite mantener o reducir el tamaño de las baterías dado que se pueden cargar más rápido. Pero esa es otra discusión.
El problema es que, para alcanzar esas velocidades de carga, los usuarios deben llevar encima el cargador y cable originales o comprar uno extra para tener en la oficina.
¿Por qué? Porque muchas veces la tecnología que permite esas velocidades es propietaria. ¿Cuál es el problema? Ninguno, pero Google quiere que todos los usuarios tengan una experiencia positiva.
¿Cuál es la solución? Google quiere que los fabricantes que usen Android 10 ofrezcan soporte completo para el estándar de carga rápida que ya incluye el puerto USB-C, llamado USB-PD (USB Power Delivery).
Muchos de los cargadores propietarios que ofrecen los fabricantes no son compatibles con ese estándar, lo que obliga no solo a comprar nuevos cables sino además a generar más basura electrónica.
Documentos que obtuvo XDA-Developers mencionan que la nueva versión de Google Mobile Services (una lista de requisitos que los fabricantes deben cumplir para obtener la certificación Android) establece que los celulares con Android 10 deben tener completa interoperatividad con el estándar de los cargadores USB-C.
No está claro cuándo Google comenzará a ejercer presión sobre los fabricantes.