Por Laura Vaillard, directora y fundadora de Medialo Consulting
Hace más de siete años que trabajo en empresas en las que el teletrabajo es algo habitual. Por eso me llama la atención cada vez que hablo con colegas que me dicen que en sus empresas no está permitido hacer home-office. Sin embargo, los números avalan sus comentarios.
En España, por ejemplo, un estudio realizado por Randstad indica que “el 69% de los empleados españoles preferiría teletrabajar desde su hogar, pero no puede porque su empresa no se lo permite». El mismo estudio estima que, en promedio, solo el 7,4% de los trabajadores en España trabaja desde su casa algún día a la semana.
En Argentina, según la asociación internacional 5G Américas el número es un poco mayor, y alcanza el 10% de los trabajadores. Esto lo pone a la delantera frente a otros países: México (4%), Chile y Colombia (2%).
Luego de disfrutar de los beneficios del teletrabajo durante varios años, quiero desmitificar algunas creencias y así motivar a las empresas a probar esta metodología. La crisis sanitaria por el coronavirus ofrece una oportunidad para aplicarlo, especialmente en empresas de tecnología.
Mitos frente al teletrabajo
Mito 1: los trabajadores son menos productivos en sus hogares.
Falso: siempre y cuando la empresa tenga tareas y objetivos claros para sus empleados, las personas suelen ser más efectivas en sus hogares ya que suelen tener menos distracciones. A su vez, no deben invertir tiempo para trasladarse al lugar de trabajo, con lo cual tiene más tiempo para dedicar a las tareas asignadas.
Mito 2: hay reuniones que deben hacerse en persona.
Depende: si bien es verdad que hay decisiones que deben tomarse en persona, en muchos casos se realizan más reuniones de lo necesario, o participan más personas de las que deberían. Tener una plantilla que trabaja de manera remota ayuda determinar mejor qué reuniones se deben realizar de forma presencial y convocar sólo aquellas personas que tienen un rol central sobre el tema a tratar. Esto ayuda a optimizar los tiempos y recursos de todos.
Mito 3: es más difícil hacer seguimiento a las personas de forma remota
Falso: esta creencia simplemente se traduce en una falta de confianza hacia los empleados. Hoy por hoy, la mayor parte del trabajo se realiza a través de e-mails, teléfono y plataformas de seguimiento online. Tal como mencioné anteriormente, si los objetivos y tareas a realizar, y plazos a cumplir son claros, es fácil determinar si un empleado trabaja o no.
¿Qué características debe tener un empleado para realizar teletrabajo?
Si bien considero que el home office es un gran beneficio, también reconozco que no es para todos. En mi experiencia, los profesionales deben cumplir con las siguientes condiciones para trabajar de manera remota con éxito:
- Capacidad de autogestionarse
- Demostración previa de cumplimiento de objetivos
- Puntualidad en la asistencia a teleconferencias
- Herramientas tecnológicas que le habiliten a realizar trabajo de forma remota
Beneficios del teletrabajo
- Ahorro de costos: al tener una plantilla variable en la oficina, se rotan los espacios de trabajo y así se reduce el espacio de la oficina y los costos de alquiler.
- Balance de la vida laboral-personal: hoy en día, a los trabajadores no les basta con un buen salario. También quieren elegir dónde, cuándo y cómo trabajar. El teletrabajo les otorga más flexibilidad y mayor satisfacción laboral.
¿Por qué testear el teletrabajo durante la crisis del coronavirus?
En este momento, las personas están en alerta por posibles contagios. En muchos casos, donde los empleados han viajado a zonas de riesgo, las empresas han tomado medidas sanitarias y han puesto a sus empleados en cuarentena. Como no pueden interrumpir el trabajo ya que tendría un alto impacto en el negocio, ofrecer la oportunidad de hacer home office, parece la opción más adecuada; una oportunidad para que las empresas implementen esta metodología y comiencen a disfrutar de los beneficios.
Foto: Andrew Neel desde Unsplash