La cuarentena por coronavirus tiene un impacto positivo en el medioambiente: las emisiones de CO2 cayeron 17% en el mundo, porcentaje que en Argentina se amplió hasta 27,3%. Lo malo es que el efecto podría no extenderse.
De acuerdo con un estudio publicado en la revista Nature Climate Change, un equipo internacional de científicos revisó datos sobre la actividad, gasto energético y medidas frente a la pandemia de diversos países para estimar su efecto en la cantidad de dióxido de carbono emitido a la atmósfera.
Los resultados muestran que las emisiones mundiales diarias de CO2 se redujeron 17% a principios de abril de 2020 en comparación con los niveles medios del año pasado, un descenso sin precedentes que deja valores parecidos a los de 2006.
“Esto supone 17 millones de toneladas de CO2 menos por día en ese pico de decrecimiento”, explicó a la agencia SINC la autora principal, Corinne Le Quéré, investigadora de la Universidad de Anglia Oriental (Reino Unido).
Sectores
Los autores analizaron cómo se vieron afectados 6 sectores económicos (energía, industria, residencial, edificios públicos, transporte de superficie y aviación) bajo diferentes escenarios de confinamiento.
En su punto máximo, las emisiones retrocedieron 26 % de promedio en los 69 países analizados, que en conjunto son responsables por el 97% de la contaminación de la Tierra.
Durante el pico de la cuarentena, el 7 de abril, cuando las regiones más contaminantes (China, EEUU, Europa e India) estaban confinadas, las emisiones diarias globales bajaron en 17 millones de toneladas de CO2, un 17% menos con respecto a 2019, con una caída media diaria del 26% en cada país.
Las emisiones del transporte de superficie (tierra y mar) y la aviación cayeron un 36% y 60% respectivamente. En conjunto, el sector energético, la industria y el transporte de superficie representaron el 86% de la disminución total.
Países
China redujo sus emisiones 23,9%; EEUU 31,6%; India 25,7%; y la Unión Europea 27 %.
En América Latina, Argentina las disminuyó 27,3%; Brasil 25,2%; Colombia 36,5%; Chile 20,1 %; México 20,1%; y Venezuela 29,5%.
Medidas a futuro
El impacto de la caída en las emisiones globales para 2020 dependerá de lo que dure el confinamiento.
Si a mediados de junio vuelven los niveles de actividad previos a la crisis, podría haber una disminución media del 4% a finales de 2020, pero si se mantienen algunas restricciones hasta que acabe el año, las emisiones totales pueden disminuir un promedio de 7%.
“Es poco probable que duren los cambios que estamos viendo ahora, porque no son estructurales”, advierte Le Quéré, “sin embargo, las acciones que realicen ahora los gobiernos pueden marcar una gran diferencia sobre la dirección que tomen las emisiones en las próximas décadas: deberían pensar bien dónde invertir para activar las acciones que nos lleven a cero emisiones”.
“Esto significa –concluye la investigadora–, apoyar el ciclismo y caminar, transformar la industria del automóvil para que sea totalmente eléctrica, renovar los hogares para hacerlos energéticamente eficientes y bajos en carbono, implementar las energías renovables y asegurarse de que toda tu industria funcione con ellas. Estas inversiones permiten generar empleo y que la sociedad sea más resistente a los riesgos climáticos”.