Apple trabaja en la evolución (lógica) de CarPlay, utilizado por millones de automovilistas para poner música, obtener direcciones y hacer llamadas: quiere que el sistema pueda comunicarse directamente con el auto para controlar el clima, los indicadores de velocidad y consumo, los asientos y otras funciones, todo desde el iPhone.
La iniciativa, conocida como IronHeart dentro de Apple, está en sus primeras etapas y requerirá de la cooperación de las fabricantes de automóviles, donde ven con recelo el avance dado que dependerían demasiado de la empresa de Cupertino.
De hecho, el misterioso plan sobre el auto de Apple, enciende todavía más alarmas.
La agencia de noticias Bloomberg comparó esta evolución de CarPlay con HomeKit, el conjunto de herramientas de domótica de Apple para que los fabricantes de dispositivos y accesorios para el hogar inteligente utilicen el ecosistema de la manzanita.
Con ello, el iPhone y otros equipos de Apple pueden controlar termostatos, luces, alarmas y demás equipos.
En el caso de CarPlay, la idea es que el iPhone sea capaz de controlar ciertos elementos de los autos, que en la actualidad son exclusivos de cada vehículo. Esto incluye:
- Lectura de temperatura y humedad exterior e interior
- Zonas de climatización, ventiladores y sistemas de descongelamiento
- Ajuste de altavoces, ecualizadores, y resto de controles del sistema de sonido del automóvil
- Asientos y reposabrazos
- Relojes que miden la velocidad, revoluciones, consumo y niveles de combustible
La iniciativa de Apple pondrá a los fabricantes de autos en una encrucijada. por lado, la empresa de Cupertino tendría demasiado acceso al control de los vehículos, generando dependencia.
Al obtener acceso a controles e instrumentos, Apple podría convertir CarPlay en una interfaz que abarcaría casi todo el auto. Los datos también podrían ser utilizados por Apple o terceros para crear nuevos tipos de aplicaciones o agregar funciones a las funciones existentes.
Por otro, no incluir esas funciones, aumentaría los reclamos de muchos conductores por lo incómodo que resulta tener que cambiar de CarPlay al sistema del propio vehículo para controlar ciertas funciones.
Fabricantes como Tesla ignoraron por completo los esfuerzos de Apple y Google en el sector automotriz, eligiendo construir su propio sistema de información y entretenimiento.
Ford fue un poco más allá: recientemente contrató a Doug Field, ex ingeniero jefe de Tesla y director del proyecto del primer auto de Apple, para potenciar su tecnología para automóviles.