Impulsada por el aumento de los volúmenes de datos y la transformación digital de los negocios, la infraestructura IT de las organizaciones se vuelve cada vez más compleja. A medida que la complejidad crece, también lo hace la posibilidad de sufrir disrupciones.
Gracias a la Inteligencia Artificial, la gestión de la infraestructura se torna más sencilla, a la vez que se garantiza la disponibilidad de las aplicaciones y la optimización de las cargas de trabajo, mejorando el rendimiento de las compañías.
La IA es una de las herramientas más poderosas para desarrollar el potencial de todo tipo de proyectos. Las empresas sobresalen como destinatarias de este aporte. Sobre todo, al considerar que pueden multiplicar su productividad a partir de la adopción de esta tecnología.
Gracias a la IA, la plataforma indica cómo mejorar el rendimiento, optimizar los recursos y hacer una planificación efectiva para el futuro. Además, reúne toda la información de la infraestructura en una sola fuente, incluyendo todos los niveles de la pila, los sistemas, las máquinas virtuales y el almacenamiento.
Una de sus ventajas es que permite automatizar los flujos de trabajo clave y otras tareas rutinarias. De esta manera, libera a las personas para que puedan dedicarse full time a desarrollar su creatividad o realizar acciones que requieran sensibilidad o criterio.
Inteligencia artificial y la nube
Los conceptos inteligencia artificial y comunicaciones en la nube pueden parecer inconexos, debido a que solemos relacionar la IA con robots. Pero nada más lejos de la realidad, ya que hablamos de tú a tú con la inteligencia artificial cuando nos comunicamos con Alexa o cuando llamamos a un servicio de atención al cliente. Y toda esa información que nos proporcionan está en la nube.
En relación a esto, Diego Malaspina, CEO de DataCloud, manifiesta que “para facilitar la adopción de la inteligencia artificial, es requisito fundamental que las empresas puedan acceder a la información a cualquier hora y en cualquier lugar, como permite la nube”.
La inteligencia artificial y las comunicaciones en la nube tienen una potente conexión, debido al objetivo hacia el que han unido sus fuerzas: optimizar la experiencia de cliente. Una finalidad primordial para cualquier compañía que puede dar muy buenos resultados.
“La solución cloud reúne los recursos necesarios para implementar herramientas como la inteligencia artificial, además de otras ventajas características del cloud computing, como la ubicuidad y seguridad”, expresó Malaspina.
Otras ventajas de la inteligencia artificial
Las empresas también pueden mejorar la satisfacción al cliente a través de la IA. Para ello es clave la utilización de asistentes virtuales, búsquedas por voz o chatbots, entre otros intermediarios que retroalimentan el “machine learning”, o aprendizaje automático. De esta forma es posible ofrecer una respuesta inmediata y adaptada a cada usuario que interactúa con las plataformas digitales de la organización.
Dentro de los beneficios de la IA, hay que destacar que automatiza los procesos, potencia las tareas creativas, aporta precisión, reduce el error humano y los tiempos empleados en análisis de datos, cuenta con un mantenimiento predictivo, mejora la toma de decisiones tanto a nivel de producción como de negocio, controla y optimiza los procesos productivos y líneas de producción, y aumenta la productividad y calidad en la producción.