En las últimas semanas varios usuarios reportaron un hecho singular, y potencialmente escalofriante: los parlantes conectados Echo, que permiten el uso del asistente digital Alexa, se echaban a reír sin previo aviso y a cualquier hora.

Más allá del susto provocado (cuando sus dueños estaban solos en una casa en silencio, por ejemplo), nadie sabe a ciencia cierta qué generó que los parlantes hicieran esto.

Amazon informó que está cambiando las órdenes que Alexa entiende para reducir la posibilidad de que sea el usuario, sin saberlo, el que provoca esta reacción. Así, el comando «Alexa, reíte» pasará a ser «Alexa, ¿podrías reír?», y la respuesta también cambia, con un aviso antes de largar la carcajada.

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La compañía, no obstante, no indicó cual es el motivo por el que los parlantes emiten las risas después de estar un largo rato en silencio.