El final de la jornada laboral debería estar acompañado por una baja considerable en el consumo energético, algo que no siempre sucede debido a que son varios los aparatos que siguen en funcionamiento de manera no productiva, lo que se conoce como “consumo vampiro”.

El impacto más importante en el consumo mensual proviene de las computadoras que permanecen encendidas por la noche, un descuido común en cualquier oficina.

Cada equipo sin apagar consume 80 vatios por hora. Una considerable fortuna cuando se lo multiplica por la cantidad de horas improductivas y por el número de computadoras.

El dato surge de Wabee, una empresa argentina que desarrolló un dispositivo para conocer en tiempo real y administrar el consumo eléctrico.

El informe asegura que el consumo total de una Pyme promedio en el mes puede alcanzar los 792 kilovatios, lo que representa más de AR$2.400, sin considerar los impuestos que recaen sobre el servicio y el consumo, con la tarifa comercial más baja que se aplica en el Conurbano bonaerense.

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Bien administrado, el consumo puede reportar importantes ahorros hasta llegar al 41% del total registrado.

Consumo vampiro Wabee

Desglose

Las estimaciones de Wabee fueron realizadas para una oficina tipo, donde conviven 10 computadoras, una heladera, un dispenser de agua y apliques de iluminación con lámparas LED.

Después del consumo de las computadoras que nadie apaga se anotan las luces, que consumen 18 vatios por hora promedio por artefacto cuando quedan encendidas por la noche.

Los dispenser y las heladeras tienen la particularidad de permanecer encendidos de manera ininterrumpida. En promedio, el dispenser se enciende cada 30 minutos durante 4,5 minutos y en ese período consume 57 vatios por hora.

Las heladeras suelen encenderse 17 minutos cada hora y se llevan un consumo de 31 vatios hora. Más relevante es el aire acondicionado: el consumo promedio por hora es de 260 vatios.

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“Una de las causas por las cuales este consumo queda escondido en la factura es que no se mide en tiempo real ni se almacena la información sobre cómo consumen. La falta de conciencia de los colaboradores y dueños de empresas suele ser muy grande y con un impacto claro en la factura del suministro eléctrico”, señaló Claudio Figuerola, CEO de Wabee.

“Es cierto que entre un 30 y un 50% del importe final de la factura corresponde a cargos no relacionados con el consumo, pero también lo es que varios de ellos son ítems porcentuales sobre el consumo, lo cual un ahorro en éste impacta sobre el volumen total de la factura”, sentenció Figuerola.