La recarga rápida está incluida en la gran mayoría de celulares, sin importar su precio. El cargador con soporte para esa tecnología suele venir incluido en la caja, algo que Apple parece no tener en cuenta con sus flamantes iPhone 11: es compatible con recarga rápida, el modelo inicial cuesta u$s699, pero no incluye ni el cable ni el cargador para esa tecnología.
Históricamente, los iPhone se caracterizaron por recargarse muy rápido a causa de dos motivos: incluían cargadores potentes y tenían baterías pequeñas en comparación con otros dispositivos.
La situación cambió en los últimos años dado que los iPhone sumaron más capacidad en sus baterías, pero mantuvieron los mismos cargadores. El truco más empleado por entonces era utilizar los cargadores de los iPad en los iPhone.
Con los iPhone 8, la historia cambió un poco: Apple incluyó el soporte para carga rápida de hasta 18 W. Sin embargo, el cargador incluido en la caja era el mismo que el de los iPhone 4.
Lo mismo ocurre ahora con los iPhone 11: Apple se jactó de hacerlos compatibles con recarga rápida, pero “olvidó” mencionar que el cargador para esa tecnología no está incluida con la compra.
En la caja del iPhone 11 viene uno tradicional de 5 W, que podría cargar una batería de 3.000 mAh en cerca de 3 horas.
A los u$s699 que cuesta un iPhone 11 de 64 GB se le deberán sumar entonces u$s48 extras: u$s29 de adaptador de 18 W y u$s19 por el cable USB-C a Lightning de 1 metro. El de 2 metros cuesta u$s35.
Si la compra se realiza en Europa, el precio trepa a 60 euros: 35 euros por el adaptador y 25 euros por el cable de 1 metro.
¿Qué pasa con los iPhone 11 Pro y iPhone 11 Pro Max? Quienes compren esos equipos no tendrán problema alguno dado que la caja incluye el cargador y cable necesarios para disfrutar de la recarga rápida.
Qué hace la competencia
Desde Xataka destacan que la situación de Apple resulta extraña en pleno 2019, dado que la mayoría de los competidores incluyen desde hace años cargadores compatibles con recarga rápida.
Es cierto que otros fabricantes no siempre incluyen los cargadores más rápidos para los dispositivos, pero al menos sí mejoran la experiencia. Por ejemplo, los Galaxy Note 10+ viene con un cargador de 25 W a pesar de que el dispositivo permite hasta 45 W.