Históricamente, son las consolas, PC y celulares los que ponen el poder de procesamiento para jugar videojuegos. Eso hace que la experiencia no sea pareja para todos e incluso deja afuera a muchas personas por no poder adquirir equipos de última generación. La nube está por cambiar ese paradigma, democratizando el sector, algo de lo que Xbox tomó nota: trabaja en dispositivos de streaming -al estilo Chromecast- para jugar desde la TV o un monitor, sin necesidad de una consola. La era del cloud gaming está entre nosotros y no hablamos de Google Stadia.

Hay más: dialoga con fabricantes de televisores para sumar la experiencia Xbox directamente en esas pantallas, donde se podrá jugar con solo tener un control compatible.

Y más: en pocas semanas, los juegos en la nube a través de un navegador estarán disponibles para los miembros de Xbox Game Pass Ultimate. Con soporte para Edge, Chrome y Safari, los jugadores estarán a solo un click de distancia para vivir la experiencia de juegos desde cualquier dispositivo. Inicialmente, esa experiencia funcionará en pocos países.

Los anuncios fueron realizados por el director de Xbox, Phil Spencer, y el CEO de Microsoft, Satya Nadella, como parte de la estrategia que encararon junto a Bethesda, desarrolladora de juegos que adquirieron el año pasado.

Conexión, fundamental

Además de adecuar la infraestructura de la nube, el futuro planteado por Xbox demandará de conexiones potentes a internet, pero sobre todo estables, para evitar el lag en las partidas y lograr que la experiencia sea satisfactoria.

En ese campo, las conexiones por fibra óptica simétrica son las que se imponen dado que la velocidad contratada es la que se obtiene, tanto de subida como de bajada. Una de las empresas que la ofrece es Movistar.

¿El fin de las consolas?

La pregunta todavía no tiene una respuesta clara, sobre todo a corto plazo. Las consolas, como dispositivos únicos, no suelen dar ganancias a las fabricantes: son los juegos, accesorios y los servicios asociados los que sostienen el negocio.

Por ello es posible pensar en un futuro sin consolas. Las palabras de Nadella permiten entenderlo así: “Los videojuegos están fundamentalmente alineados y entretejidos en nuestra misión como compañía (…) Creemos que podemos desempeñar, a escala mundial, un papel central en la democratización de los videojuegos y en redefinir el futuro del entretenimiento interactivo”.

El paso previo a ese futuro es el dispositivo de streaming, la experiencia directamente en la TV, sin consola, y la posibilidad de jugar desde el navegador, tal como se elije una película o serie para ver.