Apple puso un freno a sus ambiciones de tener un auto eléctrico y ahora se “conformó” con desarrollar un sistema de conducción autónoma que pueda llevar a las fabricantes de vehículos que lo requieran. Sí, una idea bastante similar a la de Google.
Project Titan es el nombre que lleva el programa de Apple bajo el que se desarrollaba un auto eléctrico y 100% autónomo; un plan que la empresa debió recortar al comprobar lo complicado que resulta iniciar operaciones en el área automotriz, sobre todo teniendo en cuenta los estándares de calidad bajo los que opera Apple.
De acuerdo con la agencia de noticias Bloomberg, Apple está enfocada ahora en desarrollar el software de conducción autónoma que llevarán los autos de futuros socios.
Project Titan habría perdido a gran parte de los 1.000 ingenieros y especialistas en diversas áreas. Algunos fueron echados, otros reasignados y una parte abandonó el plan al darse cuenta que era imposible cumplir con el plan de tener un auto eléctrico en poco tiempo: fines de 2017 era la fecha para entregarlo y 2020 para ponerlo en marcha.
Sin embargo, el equipo actual de Project Titan y quienes quedaron en otras áreas de la empresa, permitirían a Apple retomar el diseño de su auto propio en un futuro.
Desde el año pasado, Apple contrató expertos de diversas áreas para su emprendimiento automotriz, incluidos algunos de Tesla para el desarrollo de baterías. Más de 120 ingenieros que trabajaban en el software de conducción autónoma y procedimientos de testeo fueron echados; cientos de ingenieros encargados del chasis, suspensión y otros puntos del auto también fueron despedidos, reportó la agencia.
John Wright, un veterano de Apple en el área de software, también dejó Titan, dijo Bloomberg. Dan Dodge, creador de sistema QNX de BlackBerry, tiene un gran rol en el nuevo desafío por llegar al software de conducción autónoma.
El equipo de trabajo que Apple mantuvo desarrolla no solo ese programa sino además sensores de visión y simuladores para probarlo en las calles.
Project Titan fue puesto en marcha en 2014 con la ambición de ser parte de una industria que trabaja sin pausa para tener vehículos eléctricos y de conducción autónoma. La fabricante del iPhone inició un agresivo plan de contrataciones en Silicon Valley y Detroit, cuna del automovilismo de los EEUU, con al esperanza de sorprender al mundo con un vehículo en 2020.
