La impresión 3D no conoce de límites. A los puentes que planifica crear Holanda se sumaron las casas que ya crean en China y otros países, incluido un desarrollo que trascendió hace pocos días proveniente de Rusia. Y la Argentina no podía ser la excepción frente a esta tecnología que promete no solo velocidad en la construcción sino además un ahorro significativo.

El proyecto argentino para la construcción de casas mediante impresoras 3D proviene de Córdoba, más precisamente de la Incubadora de Empresas de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC). Tiene por protagonistas a Francisco José Luperi, Franco Sabbatini y Franco Soffietti, de 34, 26 y 25 años, respectivamente.

Juntos crearon la empresa Haus Drucker (impresora de casa), que trabaja en el desarrollo de una impresora 3D portátil capaz de construir casas, tan duraderas y sólidas como las tradicionales pero más económicas y rápidas de construir.

Luperi, doctor en Ciencias de la Ingeniería y ex becario del Conicet, explicó a la agencia de noticias Télam que el material de base empleado para la construcción es cemento junto a un sistema flexible en cuanto a la arquitectura.

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Cuentan con «el diseño mecánico y cinemático para llevar a cabo la operación» y trabajan junto a una empresa dedicada al diseño y fabricación de maquinarias especiales para «tratar de construir el prototipo», detalló Luperi y evaluó que la iniciativa está en un estado «intermedio» de desarrollo.

«Necesitamos más financiamiento; estamos a la mitad del trabajo y estamos demorados porque necesitamos importar algunos elementos. Factibilidad técnica poseemos, pero tenemos que elaborar el modelo y necesitamos el dinero para poder demostrar que el sistema funciona, e implementarlo», remarcó.

(Video ilustrativo)

Desarrollo completo

Luperi, Sabbatini, ingeniero electromecánico, y Franco Soffietti, ingeniero civil, planean desarrollar el 100% del sistema, es decir, la mecánica y el software que controla la impresora, que al ser portátil puede ser llevada al lugar de la construcción. Otras iniciativas en el mundo prevén que la maquinaria imprima bloques en una fábrica y que luego sean montados y ensamblados en el terreno en donde se erigirá la casa.

Los ingenieros aseguran que su sistema permitirá que una persona “agarre cualquier plano arquitectónico y, con solo cambiar los datos de entrada, pueda construir con el mismo método una vivienda, cualquier arquitectura flexible. No es como el sistema de enconfrados fijos o cosas parecidas, donde uno tiene módulos. Incluso, se podrían edificar casas con muros curvos porque la maquinaria, al ser de control numérico, le da lo mismo construir un muro de tal o cual dimensión, porque la impresora puede seguir cualquier instrucción».

El prototipo donde trabajan tiene una planta circular de 12 metros de diámetro. «Tenemos el material, hemos estado trabajando con el diseño del material bombeándolo y demás, haciendo ensayos de colocación y de resistencia, y también dedicándonos a construir la máquina» subrayó.