Durante la feria E3, Microsoft presentó Xbox One X, conocida hasta ahora como Project Scorpio, su consola más potente hasta la fecha, capaz de correr juegos 4K de manera nativa gracias a sus impresionantes características.
Definir a la Xbox One X como “la consola más poderosa” puede resultar algo obvio: los nuevos productos superan siempre en potencia a su generación anterior. Pero en este caso vale la pena.
La Xbox One X corre gracias a un procesador de ocho núcleos Jaguar modificados para trabajar a una frecuencia de 2,3 GHz. A eso se le suma una gráfica con una potencia de 6 TFLOPs, al mismo nivel que una Nvidia GTX 1070 y muy por encima de los 4 de la PS4 Pro y los 1,5 de la Xbox One S.
La GPU está compuesta por 40 «unidades de computación personalizadas» trabajando a 1.172 MHz. La Xbox One X cuenta con 12 GB de RAM GDDR5 para un ancho de banda total de 326 GB/s. Algo ya había adelantado la propia Microsoft hace pocas semanas atrás.
¿Para qué tanto poder? La Xbox One X es capaz de correr juegos 4K de forma nativa a 60 fps, con un sistema para mejorar la visualización en televisores 1080p. El sistema cuenta con refrigeración líquida.
Otro acierto de Microsoft es que la Xbox One X será capaz de hacer correr los juegos y accesorios de Xbox One.
La Xbox One X saldrá a la venta el 7 de noviembre a u$s499.
Juegos
Microsoft anunció además que la Xbox One X contará con 42 nuevos juegos, 22 de ellos exclusivos, como Forza Motorsport 7, Crackdown 3 y Sea of thieves.
Microsoft actualizará a finales de año su librería de 385 títulos de Xbox 360 compatibles con la gama de consolas Xbox One para que favoritos clásicos como Crimson skies también puedan verse y jugarse mejor”
Gracias al nuevo programa Xbox One X Enhanced, los usuarios de los populares Gears of War 4, Forza Horizon 3, Killer instinct, Halo Wars 2 y Minecraft recibirán actualizaciones gratuitas en calidad 4K para sus juegos, a los que se suman una treintena de títulos de terceros desarrolladores como Final Fantasy 15 o Resident Evil 7.